Cuando te cambian la rutina

Con el bebé pues es normal que eso pase, ya lo sé! Aún así me cuesta simplemente volver a acomodar mi rutina y modificar. Primero me pongo de malas, luego me estreso y a los días reflexiono y ya me pongo filosófica cambiando a mi modo positivo.
La semana empezó super bien haciendo ejercicio, al cumplir la meta por 3 días me sentía super hasta que no dormí la noche del miércoles haciendo que el jueves simplemente no hiciera la rutina y todo se fuera a la mierda (la lucha es real así como el sentimiento)

Mi razón para estar bien.

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Salir de esa mentalidad me cuesta entonces hasta hoy sábado es que ya estoy motivada a regresar a la rutina de hacer ejercicio y ponerme ambiciosa con las ganas de tomarme unas mis chelas en la noche combinado con una mascarilla para quitarme la cara del estrés. Será en la casa obvio pues hoy me toca sola en la noche por lo cual ya estamos en sintonía con una amiga que llegará a visitar. El plan casi perfecto!

Moraleja:
Primero nada es perfecto en esta vida así que no puedo encerrarme en que algo no salió como el plan lo decía. Jugarle la vuelta a los imprevistos y  ya!
No dejar que los desvelos me quiten la energía para cuidarme a mi misma, superar a mi mente haciendo mi ejercicio. Lo cual sé que me va ayudar a lograr otras metas que tengo, sé que está en la disciplina.

Todo está en ese estado mental que yo me permita. Donde en lugar de dejar que me baje la energía transformarla en logros empujando a lograr más cosas durante el día. Donde no todo va  girar en el trabajo, la TV (porque si me gusta ver mucho mis programas) y por supuesto cuidar al bebé. Pero para lograr hacer todo eso bien primero tengo que estar yo en ese lugar donde yo me siento bien orgullosa de mis logros, saber que puedo hacer eso y más, es como el motor que hace que no me hunda cuando enciendo el modo negativo.